Michael Jackson – Wembley, 1988
72,000 personas jaleando al mejor Michael: el de la inminente transición a blanco. Entre todos ellos se incluía nuestra Lady Di, princesa de Gales, del pueblo y de la prensa rosa de los 90. Este hecho no es baladí, Jackson originalmente tuvo que eliminar del setlist de la actuación “Dirty Diana”, preocupado, evidentemente, de ofender a la princesa o la familia real. Sin embargo, le informaron de que ésta era su favorita. Y la mía, Lady Di, ¡Y LA MÍA! (Alzo la mirada al cielo buscando su complicidad).